La magia de los abrazos

Este fin de semana tuvimos funciones de “Mujercitas” para el público general. Fue muy lindo sentir el cariño de la gente, sus reacciones, escuchar sus risas, su llanto, su sorpresa. Los comentarios han sido tan lindos que de pronto me descubro sonriendo y comprendiendo que todo lo que hemos trabajado ha dado sus frutos y ha valido la pena. Fueron personas de todas las edades, desde niñas y niños, adolescentes, adultos y adultos mayores. ¡Qué bonito es poder contar una historia que le llega a tantas personas sin importar cuántos años tengan! De verdad atesoro esto que estoy viviendo como un gran regalo del cielo, que me ha dado mucha ilusión, alegría, sorpresas y buenos recuerdos. Una de las cosas que más he disfrutado ha sido poder abrazar mucho a mis compañeros de elenco y de la producción, además de poder compartir con el público a la salida de las funciones, tomarnos fotos y de nuevo, abrazarnos. Y es por eso que quiero escribir hoy acerca de los abrazos. He descubierto que pocas cosas expresan tanto como un abrazo, (sea o no sea sincero, ambos dicen mucho). En mi caso, abrazar es querer decir con mi cuerpo lo que no me sale o siento que no expreso lo suficientemente bien con las palabras. Ya perdí la cuenta de la cantidad de abrazos que he dado en la última semana para expresar gratitud, felicidad, emoción, nervios, camaradería, cariño, amor, y hasta para expresar un “te extrañaba”. Creo que con el tiempo he ido aprendiendo a no ocultar lo que siento y a permitirme expresar esas emociones de una u otra manera, y el acto de abrazar me facilita mucho hacerlo. Hay momentos muy lindos e importantes en los que siento unas ganas inmensas de que la otra persona pueda casi que tocar mi corazón y meterse dentro de mi alma para que pueda sentir realmente lo que pasa dentro de mí, y eso pasó este fin de semana. Los abrazos me recargan y también me “cantan”, dicen tanto de mí misma y de lo que no logro articular verbalmente, que ya he ido entendiendo que son una extensión de mi personalidad y del inmenso mar de emociones que viven dentro de mi ser. A todas las personas que me han abrazado sinceramente en la última semana: gracias, me han regalado energía, consuelo y confianza. A quienes me han permitido abrazarles espontáneamente y de la manera más cariñosa posible: gracias también, porque es poco lo que puedo decir después de abrazar con fuerzas y con amor. Gracias al poder y la magia de los abrazos mi mente se llena de emociones hermosas y me permiten conectar con personas que me importan mucho. Nunca está de más un abrazo colmado de buenos sentimientos, y si nos nace, ningún daño hace. Abracemos, y si las palabras no nos salen ni logran decir nuestras emociones, nuestros brazos y nuestros cuerpos las comunicarán por nosotros. ¡Un abrazo fuerte y lleno de cariño para ustedes!

– Sofi♥

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