¿Para qué llegaste?

Hace varias semanas (que se han traducido en 3 meses) no subía nada al blog. Simplemente no fluía la inspiración, quería decir mucho pero al mismo tiempo no sabía qué, ni cómo, ni para qué. Me ponía a pensar si valía la pena sacar un rato de tiempo para sentarme a escribir algo que quizás nadie iba a leer o que en la de menos, no iba a aportar mayor cosa. Y cuando lo pienso detenidamente, creo que es válido cuestionarme si realmente lo que hago tiene algún sentido, si genera un impacto positivo en quienes se toman el tiempo para leer mi contenido. Porque después de todo no tiene sentido navegar las aguas de la vida solo de paso, sin hacer algo que haga que valga la pena vivir más allá de cumplir metas y tachar cosas de una lista de objetivos que queremos alcanzar.

Y ahí es cuando me pregunto: “¿Para qué llegaste Sofía? ¿Para qué llegaste al mundo?” No puede ser que vine solo a robar un poco de oxígeno y a transitar unos cuantos años entre miles de millones de personas a las que en su mayoría nunca conoceré. Entonces creo que la respuesta está en esto que hago: comunicar. Sí, me gusta comunicar, ya sea como actriz en el teatro, en la televisión, en el cine e incluso en la radio, también en las redes sociales, en mi podcast y ahora en el blog. Pero entonces, ¿qué comunico? ¿Vale la pena compartir algo de lo que pienso, siento, creo y/o me preocupa? Yo creo que sí lo vale. Tal vez solo una persona en el mundo vaya a leer esto, tal vez esa persona sea solo yo, pero al menos ya solo el hecho de escribir me puso a pensar, a cuestionarme y a buscar respuestas.

Este año ha sido bastante retador, ha habido muchos cambios, la mayoría inesperados, y la pregunta que constantemente ronda en mi cabeza es: ¿para qué está pasando esto? Hace mucho tiempo dejé de preguntarme “¿por qué?”, pues esto me ponía en una posición de víctima, y la verdad es que me ayudaba muy poco preguntarme eso. Pero cuando pregunto “para qué”, me resulta más positivo y fácil sacar conclusiones. Por ejemplo: “Esto me pasó para aprender a escoger las amistades”, “esto está pasando para abrirme otra oportunidad laboral porque no era esto lo que necesitaba”, “esta persona llegó a mi vida para enseñarme a valorar más esto o aquello”, y así con todo. No sé ustedes, pero ahora cada vez que conozco a una persona sea en el campo laboral o personal, pienso para qué llegó esa persona a mi vida justo en este momento. Y también para qué llegué yo. ¿Llegué para ayudarle en algo, para aprender de ella, para acompañarle temporalmente, para enseñarle o compartir? A veces la respuesta no es inmediata, a veces las personas llegamos y nos vamos pronto, casi que sin planear, sin darnos cuenta. Y muchas veces quisiera que las personas no se marcharan tan rápido, y me doy cuenta de que hay visitas cortas que llegan rápido a nuestro corazón y tardan en salir de allí. Y creo que se debe a que son personas que llegaron con un objetivo específico a nuestra vida y después de cumplirlo, se marchan. Quizás vuelvan, pues la vida está llena de idas y venidas, de encuentros y desencuentros. Yo misma he llegado a cruzarme con personas que

me han marcado inmensamente y al poco tiempo me voy, la vida nos aleja y al tiempo nos reencuentra. ¿A qué llegué yo a tu vida? ¿Hice algo que valiera la pena recordar? ¿Aporté algo positivo? ¿Toqué tu corazón o por el contrario te herí? Sea lo que sea, llegué para algo, por un tiempo corto o por muchos años, pero llegué. Y ustedes llegaron a este blog para algo, no sé realmente para qué en este momento. Solo les invito a preguntarse “¿para qué llegué aquí?”, “¿para qué estoy pasando este trago amargo?”, “¿para qué nos conocimos?” Quizás no podamos responder por otra persona, pero yo quiero pensar que llegué a sus vidas para algo bueno, aunque sea para que me lean. Sea como sea, gracias por llegar.

Con cariño, Sofi♥

Compartí este blog

5 Comments

  1. Hola Hola ,de verdad creo que cada persona llega y se va pero nos dejan enseñanzas , como cuales ,analizar que nos aportan tanto positivo y negativo y Yo como persona que aporte .
    Tu para mi personalmente ,eres un gran ser humano ,tu sonrisa es contagiosa y sobre todo cuando uno esta cerca tuyo escuchándote quiere mas y mas de tus anécdotas,o simplemente hablar ,emites una gran energía es bonito compartir contigo .me hace recordar una canción que alguien le dedico a mi hija Gente Luminosa escúchala .

  2. Hola Sofi. Muchas preguntas, y pocas respuestas, más la dificultad radica en que esas pocas respuestas generan más preguntas. Como saber si es este mi camino correcto? Eso lo puedes preguntar cuando tienes opciones, y eso es bueno, no tener opciones es, en cambio, una calamidad. Ya el hecho de que tengas opciones es una gran oportunidad para llegar donde tú quieras estar, o debas estar, cierto? Pues no siempre es lo mismo. Un proverbio japonés dice :»El bambú que se dobla es más fuerte que el roble que resiste» El bambú se mece con el viento, y así se adapta, no lucha, sigue el Vaivén del viento y persite, crece, sobrevive. El Roble en cambio se parte ante la adversidad. Ser como el bambú es seguir los caminos que se abren adelante, sin soltar nuestras raíces, pero avanzando con el destino. Ser flexible como el bambú significa tomar conciencia y no tener miedo, porque lo verdaderamente importante e indispensable sucede más allá de nuestro control y voluntad, está sí, en manos de Dios sea cual sea la idea que tengas de Dios. Con las artes marciales aprendemos no a pelear, sino a defendernos, también a ser mejores nosotros mismos, a buscar en nuestro interior a través de la meditación a ser como el bambú. Muy lindo tu comentario, nos pone a pensar y a valorar que somos en verdad cada uno de nosotros, cuál es el camino, y si voy en la ruta correcta Ahora entiendes lo valioso de tu aporte y de tus palabras? Un gran abrazo, saludos.

  3. Sofía hace poco tiempo sigo tus redes. Y eres una gran persona… Te ves auténtica (ojalá realmente lo seas).

    La vida es un viaje con millones de situaciones e interrogantes. Considero que descubrir nuestro propósito en la vida es lo más importante para lograr plenitud. No felicidad… Sino plenitud.

    Alcanzar ese equilibrio, tener la paz al amar y tener un círculo virtuoso qué te haga crecer todos los días con la ayuda del creador.

    Gracias por tus palabras. Nos hace reflexionar. Sería un gusto poder conocerte y compartir ideas de vida.

    Saludos.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.

en_USEnglish