Todo es para bien

Ahora me salió en Facebook un recuerdo de hace 5 años de una fotografía que me había tomado mi querido y gran amigo Alexander Vargas (Alexito). Esa foto (ver imagen) fue de la primera sesión de fotos que hice con él y en un momento de mi vida muy distinto al de la actualidad. Veo la foto e inmediatamente pienso en cómo me sentía en aquella época. Vivía en otro lugar, para ser exacta en Guadalupe, tenía una relación distinta conmigo misma y estaba intentando tomar decisiones importantes para mi vida en las que estaba priorizando mi paz, mi salud mental y mi bienestar general. Tomar esas decisiones me tomó al menos 7 meses, y no estoy exagerando. Para aquel entonces había empezado a ir a terapia psicológica y poco a poco fui saliendo de situaciones que no me hacían sentir bien. Descubrí tiempo después que muchas veces pensaba primero en las demás personas y no me preguntaba tanto si lo que estaba pasando me hacía bien o no. Pero el 2018 significó esa transición en mi interior, de conocerme primero yo, entender mis necesidades, mis miedos, mi discurso hacia mí misma, mi valor, y también darme cuenta de que muchas veces aceptaba muchísimo menos de lo que merecía o permitía cosas que no eran las que realmente quería. Trabajar en mí misma ha sido interesantísimo, un proceso de gran aprendizaje, conocimiento interno, durante varios años abrazar la soledad como una decisión muy consciente, valiente y madura que tomé justamente para dedicarme a mí y a tomarme el tiempo de disfrutar mi espacio, mi compañía, para llenarme de amor propio, para priorizar mi proyecto más importante: yo. Este proceso no ha estado exento de lágrimas, dudas, cuestionamientos, días tristes y complicados, ha significado caerme, levantarme, reír, llorar, aprender a gestionar mejor mis emociones, ser más responsable conmigo misma, cuidar mi corazón, tener conversaciones incómodas pero al mismo tiempo necesarias y liberadoras.

*Pausa. Se fue la luz por la rayería a eso de las 2:00 p.m. y tengo poca carga en la computadora, así que puede que pronto me quede sin batería.* Efectivamente, me quedé sin batería y retomé la escritura del blog tras 4 horas sin luz. Bien, retomando el tema:

A lo largo de 5 años he tenido que deconstruír, reconstruir y construir nuevas versiones de Sofi, ha sido un proceso que continúo viviendo día a día por elección y sobre todo, por convicción. He aprendido a dejar ir amistades, a soltar situaciones que no estaban bien, he ido entendiendo la importancia de fluir y dejar ir. He dejado de forzar lo que quiero y me he permitido aceptar que quizás lo que sucede no es lo que me encantaría, pero es lo que tiene que ser en ese momento. Y esa capacidad de decir: “por algo es así” me ha dado mucha paz y aceptación. Durante estos 5 años me he dado cuenta más que nunca que todo es para bien. Que llegan las personas correctas en el momento correcto, y que todas esas personas son maestras y nos enseñan algo que necesitábamos aprender en el camino de la vida. Que no siempre es el momento ideal para algo, a veces hay que esperar, y cuando todo se alinea para que se den las cosas salen mil veces mejor. No todo es YA. Y aunque a veces esto genera mucha incertidumbre y ansiedad, también he aprendido a entender que hay muchísimas cosas que no están bajo mi control y que debo aceptarlo.

Todo es para bien, y lo digo en serio. Agradecer lo que pasa, sea o no sea como lo quería, me ayuda a recordar que está bien, todo está bien. Y viendo mi vida 5 años atrás me agradezco a mí misma, a esa Sofi que tomó decisiones difíciles, que fue valiente, que dio pasos para estar en una búsqueda continua de crecimiento integral, priorizando su salud espiritual, emocional, mental y física. Agradezco a Dios porque me ha fortalecido y protegido siempre, y porque escucha atentamente mis oraciones. Agradezco a quienes estuvieron en aquella época y ya no están, en algunos casos me enseñaron lecciones acerca de cosas que no quiero para mi vida y en otros me dieron lecciones de lo que era mejor para mí, inspirándome, cuidándome y aconsejándome. Algunas de esas personas ya no están en mi vida por diferentes razones, pero todas estuvieron para bien, para un propósito más grande. Otras personas han llegado a mi vida en estos años y han sido como un espejo de lo que he mejorado, me han llenado de luz, de amor, les he admirado y me han bendecido con su presencia en mi vida. Quizás en otros 5 años estaré diciendo lo mismo, porque todo cambia, porque la vida da muchas vueltas, porque vamos evolucionando. Pero algo podré decir y espero que sea por mucho tiempo: todo, todo es para bien.

– Sofi♥

Compartí este blog

Un comentario

  1. Completamente de acuerdo, hay decisiones difíciles de tomar, pero que son necesarias, y otras que pareciera nunca se van a tomar. Y al igual que el teatro, toda acción tiene una reacción, hay que afrontar los resultados de nuestras decisiones y aprender de ellas para crecer de manera integral día a día.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.

es_ESSpanish