Enamorada de la vida

Esta es mi última semana con 34 años, y cada vez que se aproxima la fecha de mi cumpleaños me pongo un poco nostálgica y me da por analizar un poco mi vida, es casi como hacer un recuento de todo lo que he vivido en el último año y a lo largo de mi existencia. He pasado por muchas cosas durante mi vida: momentos llenos de alegría, de esperanza, de tristeza, de dudas, de crecimiento, de aprendizaje. He amado, trabajado, viajado, soñado, llorado, cuestionado…lo he intentado, me he equivocado, he acertado. Me han hecho reír, me he enamorado, me han roto el corazón y sé que yo también he roto alguno, me han amado, me han lastimado, me han dado oportunidades profesionales, me he cruzado en el camino con todo tipo de personas y me he quedado con lo mejor de cada una. He compartido con mucha gente maravillosa, principalmente mi familia, quienes han estado siempre conmigo sin importar la distancia o el tiempo, y quienes me dieron las bases para ser quien soy hoy en día. Pero también he tenido la bendición de formar una familia elegida, conformada por un pequeño círculo de amigos a quienes quiero inmensamente. He cumplido mis sueños de niña, he trabajado en lo que me apasiona pero antes de eso trabajé en distintos lugares que, aunque no eran lo mío, me enseñaron a valorar la importancia del trabajo honrado, para eventualmente poder dedicarme a lo que yo realmente quería. He paseado sola por diferentes lugares del país, he visitado playas y montañas, he recorrido muchas carreteras nacionales en compañía únicamente de la radio y mis pensamientos, pero también he conocido lugares preciosos que significan mucho en mis recuerdos no tanto por dónde estuve si no por quién estuvo conmigo allí. He viajado sola a diferentes países, conociendo, buscando, disfrutando y descubriendo que siempre me termino reencontrando conmigo misma. He tenido muchas primeras veces y a menudo no sé cuándo ha sido la última vez que hice algo o vi a alguien hasta que ya nunca más volví a hacerlo. He querido mucho y he llorado aún más cuando me tengo que despedir de alguien. He ido a nacimientos, baby showers, cumpleaños, graduaciones, bodas y funerales. He sido madrina de bodas y madrina de mi sobrina. He tenido que aprender que no todo es como quiero, que no siempre amar es suficiente, a decir adiós aún cuando mi corazón quiere lo contrario, a alegrarme cuando veo feliz a alguien a quien no veo hace años, a darle tiempo al tiempo, a no desesperar en la espera, a reír al mismo tiempo que lloro, a abrazar cuando estoy a punto de soltar, a besar por última vez, a tener miradas cómplices, a respetar las decisiones ajenas. He experimentado la dulzura de un beso y la amargura del desamor, me he enamorado a primera vista y he sentido una energía mágica que invadía todo mi cuerpo y mi ser completo. He comido rico, bailado, cantado desafinada y afinada, he visto crecer a mi familia y me he convertido en tía. He vivido experiencias inolvidables y me he arrodillado para pedirle a Dios sabiduría para vivirlas. He vivido en familia, acompañada por alguien y en los últimos años, sola. He aprendido a disfrutar mi espacio, a cuidarlo y nutrirlo. He aprendido a cuidarme, amarme, respetarme y valorarme. He vivido una vida en la que puedo decir que siempre lo he intentado. He sido valiente, risueña, determinada, chineada. He tenido mis momentos altos y otros en los que las crisis existenciales se apoderan de mí por unos días. He visto mi rostro iluminado por la sonrisa y las carcajadas de un niño, y mi corazón se ha conmovido ante la sabiduría de un anciano. He aprendido que la vida está llena de altibajos, que las épocas de vacas flacas se pasan así como lo hacen las de vacas gordas. He gozado, he extrañado, he escrito, he actuado. He tenido una vida intensa, llena de amor, de risas en medio de todo, de momentos sencillos que me dan alegría y de días en los que he aprendido que pase lo que pase, me sigo sintiendo enamorada de la vida. ¡Felices 35 para mí!

– Sofi♥